jueves, 20 de diciembre de 2018

Desde La Trinchera... ¡Feliz Navidad!

Sucedió el 24 de diciembre de 1914 en el frente de Ypres (Bélgica), en la zona más dura de las trincheras que separaban las tropas del Imperio Alemán de las tropas británicas, durante el invierno de la Primera Guerra Mundial. Se decretó una tregua para esa noche que implicaba permanecer en los puestos sin disparo alguno, pero -al empezar la cena de Navidad- las tropas alemanas se animaron a decorar sus trincheras, y luego continuaron su celebración cantando villancicos, especialmente "Stille Nacht" (Noche de paz). Las tropas británicas respondieron entonces con "Adeste fideles" y algunos villancicos en inglés.



A continuación, ambos ejércitos intercambiaron gritos de alegría, muestras de amistad y deseos de una feliz Navidad para todos. Al poco, hubo encuentros de unos y otros en la tierra de nadie, y allí se intercambiaron pequeños regalos: whisky, cigarrillos, etc.

La tregua también permitió que los caídos fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados cristianamente. Se celebraron ceremonias fúnebres con soldados de ambos bandos, llorando las pérdidas de uno y otro lado, y ofreciéndose mutuamente el pésame. En uno de esos entierros en zona de nadie, soldados británicos y alemanes leyeron juntos un fragmento del Salmo 23:

El Señor es mi pastor, nada me falta.
Sobre pastos verdes me hace reposar,
Aunque camine por un valle oscuro
no temeré mal alguno porque Él está conmigo.





La tregua se propagó hacia otra áreas. En algunos puntos duró hasta el año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero. Los comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse; paradójicamente, ambos habían dejado el mando antes de la Navidad de 1915.

En 2005, Christian Carion llevó a la pantalla esa tregua de Navidad, basándose en el relato de unos de los testigos: "La increíble Navidad de 1914". He aquí el tráiler de este fantástico filme, titulado "Feliz Navidad". En élla, se analiza la vida en las trincheras, los sentimientos, los miedos, los pensamientos, la crudeza de la guerra mezclada con la magia de la Navidad. Cosas que hacen que aún se pueda creer en que el ser humano, es aún un ser con corazón, y que la esperanza es uno de sus patrimonios, que jamás se debe perder. Y todo ello gracias al nacimiento de un niño en Belén, mil novecientos años antes. Jesús aún hace milagros.
Os dejo una versión de Paul MaCarthney de la tregua de Navidad, un mensaje de paz y esperanza. Valga como particular felicitación en estas fiestas que vamos a pasar "en plena" 1ª Guerra Mundial, estudiándola y reflexionando sobre élla. A ver si aprendemos a no cometer en el futuro las mismas equivocaciones.




BON NADAL I FELIÇ 2019




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